- Un grabado en una piedra demuestra que los neandertales también eran artistas
- Hace unos 35.000 años, la hábil mano de un neandertal grabó un símbolo en una roca descubierta en Crimea, según afirma un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Burdeos, en Francia, y que publica la revista científica “Plos One”.
Los grabados realizados en piedra aportan pistas importantes sobre cuándo se originó el arte y la cultura en los humanos.
Hasta ahora se han encontrado incisiones en la capa externa blanda de pedernal o escamas de sílex en yacimientos del Paleolítico Medio e Inferior de Europa y Medio Oriente. Sin embargo, puede ser difícil determinar la acción que creó una incisión: ¿fue un raspado accidental o un grabado intencionado?
Para resolver este dilema, un grupo de científicos franceses, liderados por Ana Majkic, ha creado nueva técnica que permite a los investigadores analizar la estructura para poder detectar posibles patrones en las cortezas grabadas y, de este modo, es posible verificar el tipo de acción que originó el grabado.
Nuevo método
Este equipo de la Universidad de Burdeos ha aplicado esta nueva metodología en un grabado que se encontró en una cueva de Crimea, donde se descubierto también muchos artefactos de piedra realizados por los neandertales hace unos 35.000 años.
Y éste ha sido el interesante resultado: tras analizar con un microscopio las líneas de las ranuras presentes en la corteza de sílex, estos investigadores concluyeron que las incisiones representan grabados hechos de forma deliberada, porque éstos habrían requerido habilidades motoras finas y una gran atención a los detalles.
Capacidad simbólica
Por lo tanto, esta nueva investigación viene a apoyar la teoría de que los neandertales podían realizar piezas de arte con una intención simbólica o comunicativa.
Si esta interpretación es correcta, este grabado en una roca sería una prueba más de que los neandertales también eran artistas, como el Homo Sapiens, nuestra propia especie. De hecho, con este nuevo estudio se aumenta el número de pruebas que podrían confirmar que los neandertales ya eran capaces de realizar actividades simbólicas, como adornos personales, objetos de decoración y entierros ceremoniales.
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